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La leyenda norcoreana del Arirang

El Reino Ermitaño de Corea del Norte, también conocido como República Popular Democrática de Corea, es una de las naciones más secretas y misteriosas. Sin embargo, el misterio no es el único aspecto que hace del país un destino único. También alberga fascinantes mitos urbanos, derivados de su arraigada cultura histórica. 

Lo que hace interesante a Corea del Norte es que el tiempo se detiene.  Todo lo que se ve, dondequiera que se vaya, da la sensación de estar en otra atmósfera. Pero son sus historias y leyendas las que mejor muestran la cultura de la nación bajo otra luz. 

 

La leyenda del Arirang 

 

Los viajeros aún no han arañado la superficie cuando se trata de sumergirse en la cultura de la nación. La expresión de la literatura, el arte, la música y la danza honran el espíritu único de los norcoreanos. Un ejemplo claro es la canción folclórica Arirang y las famosas leyendas que hay detrás. 

 

Arirang es una canción popular coreana, a menudo considerada un himno del país. Según la leyenda, el título de la canción trata de un soltero y una doncella que se enamoraron mientras recogían flores de camelia cerca de un muelle. Hay dos variaciones de la historia. En la primera versión, el hombre no puede cruzar el muelle para encontrarse con la doncella debido a la altura del agua. Por ello, cantan una canción para expresar su dolor. En la segunda versión, el hombre intenta cruzar el muelle y se ahoga, cantando la triste canción después de fallecer.

 

Otra versión del cuento se remonta al año 1600, cuando un emperador tirano encarcelaba a personas que se habían opuesto a él. La leyenda dice que uno de los prisioneros condenados a muerte pasó sus últimas horas cantando lo mucho que amaba a su país y de lo mucho que no quería despedirse de él. Posteriormente, otros prisioneros comenzaron a cantarla también. Como resultado, la canción se convirtió en una tradición coreana que cualquier persona tenía derecho a cantar antes de su ejecución. 

 

A partir de las aportaciones de los coreanos a lo largo de las generaciones, se ha convertido en una forma popular de canción folclórica. Las canciones de Arirang hablan de la alegría, el dolor, el reencuentro y la partida. Una gran virtud del Arirang es el respeto a la creatividad, la libertad de expresión y la compasión. Todo el mundo puede crear nuevas letras, lo que aumenta la inspiración histórica y la diversidad cultural de la canción. Es cantada y disfrutada universalmente por los habitantes del Norte y del Sur de Corea.

 

Hoy en día, el Arirang se interpreta en diversas ocasiones entre la familia, los amigos, las comunidades y en festividades. Normalmente, los niños aprenden las canciones de sus padres, vecinos y escuelas. Las canciones populares de Arirang fortalecen las relaciones, contribuyendo así al respeto mutuo y a la paz. También ayuda a la gente a expresar sus sentimientos y a superar el dolor. En esencia, la canción sirve como símbolo destacado de unidad y orgullo en las artes escénicas, el cine, la literatura y otras artes contemporáneas.